Angélica, es la artista y fundadora de Andina by Angélica. Fomenta la esencia de una fuerza creativa global a través de una vida intencional feliz. Originaria de la vibrante Colombia, su viaje ha recorrido de cerca los diversos paisajes de Inglaterra, Francia, Portugal y España.

Con una base académica arraigada en un MBA y Máster en Dirección de Comercio Exterior e Internacionalización de Empresas, Angélica es una artista y una mente estratégica, que explora apasionadamente las intersecciones sustentables del arte, la cultura y el comercio.
Su lienzo se extiende más allá de los límites convencionales, ya que crea un estilo de vida multicanal y una plataforma inspiradora, con la creación de diferentes personajes a través de la ilustración. Andina by Angélica representa la fusión de la expresión artística y la vida con propósito. Cada trazo de sus diseños nos recuerda los detalles de la vida que importan, la conexión entre el niño interior que debe acompañarnos constantemente y mujeres y hombres empoderados, así como el compromiso de fomentar los intercambios culturales de manera respetuosa y sostenible.
Como mujer de negocios trabaja para crear una sociedad más igualitaria y uno de los principios fundamentales de la marca, es contribuir a mejorar las condiciones para los artesanos de toda Colombia.
Angélica cree en el poder transformador de la creatividad y la importancia de que trascienda las fronteras geográficas, para llegar a una audiencia global con un mensaje positivo. En sus pinceladas y diseños, se pueden rastrear los ecos del rico patrimonio de Colombia, armonizando con los ritmos globales que ha encontrado en sus viajes.

Angélica nos invita a imaginar un mundo donde el arte se convierte en un puente que conecta diversas culturas, con un compromiso compartido en pro de la sostenibilidad. Su historia resuena con la creencia de que el verdadero arte no se limita a las galerías; respira, evoluciona y da forma al mundo que nos rodea.

Andina by Angélica no es simplemente un reflejo de su destreza artística; es un testimonio vivo del poder transformador de la creatividad cuando se combina con una búsqueda consciente de conexión y sostenibilidad. El viaje de Angélica nos alienta a creer que el arte, en esencia, es un lenguaje universal que trasciende fronteras, fomentando un mundo donde los intercambios culturales prosperan en armonía con el planeta.